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20 AL 25 DE SEPTIEMBRE
USHUAIA

lunes, 6 de septiembre de 2010

Ecos y sombras de un nombre…de un hombre / Myriam Canga

MUESTRA DE PINTURAS

¿Qué pasa cuando uno no sabe quien es en esencia alguien? ¿Será que nos formamos un concepto impuesto por la importancia de una trayectoria notable?
Cuando nombramos a alguien le damos un lugar, una identidad. Los nombres llevan consigo una gran carga afectiva, fuertes y múltiples significaciones, pero nombrar no es conocer.
Inesperadamente , a través de una esperada conferencia, como si el inconsciente me jugara una mala pasada, el conocimiento corrió el velo de la admiración dejando desnudo un costado gris, contradictorio, egoísta…pero a la vez valorable.
Entonces ahora cabe la pregunta: ¿Florentino quién fuiste? ¿Quiénes somos?
Me encontraba en la cima del “entusiasmo creativo” frente a la tela casi completa de color, azules y carmines se ordenaban poéticamente para mostrar su rostro.
En ese momento supe…y ya el placer fue mermando, los pinceles se desplazaban vagamente conspirando llenos de preguntas y sensaciones, dándole así al retrato un rictus de enojo y tristeza. Pero también merecía un buen final, y mi firma selló el contrato.
El Instituto tenía su nombre hecho pintura.

…Entonces, en silencio nos miramos y supe, que la fascinación había terminado, dando lugar a otro camino, una búsqueda.

Para iniciarla, necesitaba una revancha… someterlo al aburrimiento monocromático después de haber pasado por la gloria de tantos matices sería sin duda la salida justa para quien había puesto en jaque mi inspiración, aunque el color ya se lo había regalado.
Pasaron los días y el caos que representa ver la tela blanca, encontró por fin el sentido, la paleta se llenó de colores vibrantes y un rostro cualquiera de mujer se abrió paso entre las manchas, segura e insolente se instaló en mi tela, no era casual el dejo de expresionismo que surgía de ella.

…Entonces , en silencio nos miramos y supe, que era un poco yo.

Lentamente la motivación me llevó a recordar a aquel italiano que en Valdocco vivió intensamente defendiendo su ideal ¿Cómo no traerlo?, plasmarlo orgullosamente convencida de ese respetuoso amor?

…Entonces, en silencio nos miramos y supe, que pertenecía a su mundo y que la luz es….poderosa.

El camino que había iniciado llegaba a su fin, con el escorzo de Leticia, difícil pero hermosa, como los 100 años que vivió , entera, amando el arte, acercándolo a los niños. Tal vez por eso explotó enorme… como fue

…Entonces, en silencio nos miramos a los ojos y supe, que sólo por ellos vale la pena.

Por último un hombre simple…llegó para quedarse, tanto aprendí de él… el respeto, la responsabilidad , el amor al trabajo… aprendí a ser…

…Entonces , en silencio nos miramos a los ojos y le dije gracias…

Como instituto esto somos:
Un poco egoístas y mezquinos…
Brillantes y creativos…
Responsables e insolentes...
Ecos y sombras de uno mismo…
Manchas difusas…
Docentes desde el alma…
Tantos rostros como quepan en el alma de Florentino Ameghino.

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