CONFERENCIAS, TALLERES, PONENCIAS, TEATRO, MÚSICA, CINE, ARTES VISUALES

20 AL 25 DE SEPTIEMBRE
USHUAIA

sábado, 17 de abril de 2010

Fundamentos

"Pero que mientras tanto continúen
los silencios generando pasos
y los pasos generando silencios,
aunque nunca se encuentren entre ellos,
para señalizar por lo menos
este sitio sonámbulo"

ROBERTO JUARROZ

INTRODUCCIÓN
El I.P.E.S. “Florentino Ameghino” como Instituto Superior de Formación Docente, se concibe a sí mismo como una Institución educativa y cultural que, desde sus propuestas académicas y de extensión, busca contribuir certeramente al Desarrollo de la Comunidad Local en la que está inserto, desde su especificidad formadora. Como Instituto Público de Educación Superior entiende y acepta el rol social que le compete, y por ello concibe su actividad académico-cultural como un aporte específico al Desarrollo de esta comunidad fueguina de la que forma parte; comprendiendo además que la formación de formadores no se desarrolla únicamente en el ámbito propiamente académico, sino y además en el contexto cultural en el que se inscribe, asumiéndose actor protagonista del mismo.
Por ello es que la interacción y articulación constante con otras instituciones educativas, culturales o gubernamentales es considerada fundamental para su labor educativa, en tanto mecanismo de retroalimentación de nuestra propuesta académica por un lado, y por el otro como parte del colectivo comunitario que construye cultura desde una perspectiva de Desarrollo Local.
Es en este marco en el que se insertan las Jornadas Nacionales de Literatura e Historia Cultural, como un espacio propicio para ejercer comunitariamente el uso del pensamiento crítico, habilitando en la ciudad y desde la educación superior un ámbito de ejercicio del pensamiento, de revisión de nuestras prácticas sociales, de focalización de nuestra mirada sobre diversos aspectos de nuestra realidad comunitaria. Bajo un título específico que organiza el debate y la producción intelectual, a lo largo de estos años hemos ejercido el pensamiento comunitariamente en nuestra ciudad, con la ayuda y presencia de renombrados artistas e intelectuales que han enriquecido a nuestras Jornadas, efectuando así un valioso aporte a la construcción de Cultura y al vislumbre de caminos por donde transitar los nuevos desafíos con los que se topa nuestra sociedad. Por ello es que entendemos que esta labor es de una profunda y amplia dimensión política, entendiendo a ésta en su acepción más amplia, es decir, aquella que permite distinguir comunitariamente los caminos por donde transitar la vida de la polis.
Por último, cabe señalar que entendemos al docente como un transmisor, pero también como un productor de Cultura. Asumir este rol social implica a su vez formar sujetos sociales protagonistas de las dinámicas culturales que se desarrollan en el seno de las sociedades que los albergan. Al decir del pedagogo brasilero Paulo Freire …”el hombre es hombre y el mundo es mundo, en la medida en que ambos se encuentren en una relación permanente, el hombre transformando al mundo sufre los efectos de su propia transformación”.


FUNDAMENTACIÓN
En doscientos años, las presencias, son algo más que un recuerdo, se forjan en el relato de la historia, son la materialización de procesos e ideas: libros, estatuas, edificios, leyes, escudos, símbolos, territorios. La ausencia, en cambio, es el producto del olvido, de la desidia. Es la falta de una narración que perdure; es, en definitiva, la falta de la historia. Pero, en medio de estos extremos dicotómicos, están las personas, pensamientos, hechos, situaciones que han sido desplazados, corridos hacia los márgenes por aquéllos que formaron y establecieron los modelos y paradigmas reinantes en todo este tiempo. Es cierto que la marginación es una dosis de ausencia o el inicio de un camino que inevitablemente termina en su abismo; sin embargo, desde los márgenes también se establece presencia. Una presencia lejana, borrosa, como fuera de foco, a veces incierta; mas presencia al fin.
En su novela “Respiración Artificial”, Ricardo Piglia le hace decir a Marcelo Maggi, uno de sus personajes: “no hay otra manera de ser lúcido que pensar desde la historia”. No es casualidad que el neoliberalismo, la versión política-económica de la posmodernidad, tenga su auge en un momento en el que los ideales de la modernidad se aquietan, de frenan o agonizan; cuando se decreta “el fin de la historia”. La autora María Cristina Reigadas habla del “derrumbe de un mundo histórico”, y “de la concepción histórica del mundo”. Albrecht Wellmer, por su parte, afirma que “el posmodernismo, es la ideología de la poshistoria, en la cual el pathos del olvido, sustituye al pathos de la crítica”.
La idea entonces es hacer, volver a hacer o seguir haciendo Historia, ampliando las presencias, incorporando en el relato a los marginados, los olvidados, los ausentes.
La dicotomía antes descripta: presencia y ausencia , a lo largo de 200 años, nos invita a pensar también en el término paradigma. Pero ¿por qué? …”porque un paradigma puede al mismo tiempo revelar, ocultar, dilucidar, explicar, negar, velar....Los paradigmas se asocian a determinismos y creencias que, cuando reinan en una sociedad, imponen una fuerza imperativa, que anuncia evidencias a los convencidos y a la fuerza coercitiva que suscita el miedo inhibidor en los otros.” Como lo expresara Edgar Morin, en “Los siete saberes necesarios para la educación del futuro”.
Del siglo XX heredamos lo que Morin llama alianza de dos barbaries, la muerte de la mano de dos guerras mundiales, masacre, fanatismo y una racionalización despiadada que no conoce más que el cálculo y no reconoce a los individuos, sus cuerpos, sus sentimientos; multiplicando las potencias de muerte y de esclavización técnico industrial.
Este autor señala que esta herencia es doble, de muerte y nacimiento. ¿Por qué de nacimiento? Porque entonces aparecen los aportes de las contracorrientes que pueden cambiar el rumbo de los acontecimientos, la resistencia al consumo, la emancipación de la tiranía del dinero, la rebelión a una vida utilitaria.
De eso se tratan entonces estas IV Jornadas Nacionales de Literatura e Historia Cultural, de hacer visibles a aquellos que construye las contracorrientes, quienes intentan resistir a las fuerzas hegemónicas que proponen los paradigmas reinantes. Morin hablará de la ceguera del conocimiento, y para ello deberemos asumir que el conocimiento no es el espejo de las cosas o del mundo exterior.
Estas jornadas nos invitan entonces a hacernos preguntas, a abrir un espacio crítico y reflexivo, a conocer y a descubrir a sujetos que hicieron importantes aportes a la cultura, a la educación y a la ciencia, que hicieron historia y que hoy llamamos marginados y ausentes, o que aplaudimos por su intelectualidad, sus aportes artísticos, por su resistencia.